Merry Christmas
Antes de un nuevo inicio normalmente hay una cierta calma, un descanso. Considero que estos descansos nos sirven para renovar energías, para meditar en qué estamos y hacia dónde vamos. Estos meses tomé un descanso de escribir, pues inicié varios proyectos en agosto, los cuales exigieron mucho mayor actividad física de mi parte, y en los cuales tuve que poner mi total y completo enfoque, siendo un final de año en el que aprendí mucho. Recuerdo muy bien que la idea original de escribir este artículo surgió para el asueto del primero de mayo, enfocadolo en la “casualidad” o conexión que existe entre un nuevo inicio y un descanso previo, por lo que inicié escribiendo: “Los nuevos inicios son emocionantes, de repente empiezas a sentir esos nervios de lo desconocido y del emprendimiento de una nueva aventura”. Más adelante la idea fue cambiando y evolucionando a lo que trató de transmitir hoy, una reflexión de fin de año. Los nuevos comienzos requieren trabajo y esfuerzo y es por eso que hago énfasis en que debemos aprender a conocer la necesidad de un descanso, no sólo del trabajo, si no me refiero más a descanso del espíritu, cuerpo y de la mente”.
En el camino de emprender nuevas aventuras me dí cuenta que debía hacer una pausa, ya no quería seguir leyendo y estudiando para escribir un blog que educara a la gente a mi alrededor sobre la danza y aunque estoy segura en algún momento volveré a escribir sobre temas importantes de la danza, llegue a la conclusión que todo ese estudio, lectura y energías debían estar enfocadas en mis experiencias con mis alumn@s con otras personas y artistas, y fue así como de proyecto en proyecto me encuentro ahora escribiendo sobre mis experiencias o vivencias. Digo experiencias o vivencias ya que cuantas veces nos encontramos conectados a un trabajo, situación difícil o a una red social sin vivirlo plenamente ? Aunque no todo lo consideremos bueno en un inicio, a cada proceso, cada cambio cada momento hay que exprimirlo al máximo. Yo trato de hacerlo siempre y me encanta todo lo que me deja. Y fue lo que me encantó de estos tres meses ya que trabajé , sudé, conocí y gocé, cada Danza, cada viajecito, cada reunión, cada aventura puesta en mi camino. Así que no importando que es lo que consideremos como descanso o desconección, hay que tomarse el tiempo y hacerlo. Para mí escribir esta reflexión es un “autoreminder” de lo que hice ene estos meses ya que en mi caso el crear contenido en una red social va unido y relacionado estrechamente con mi trabajo, por ser un trabajo creativo y de entretenimiento y por lo mismo a veces necesito recordarme que hay momentos en los que uno se debe desconectar.
Un viaje corto, salir de la rutina, detenernos a meditar sobre nuestra pasada semana. Creo que el descansar de vez en cuando es lo que ha logrado en mí el amar el Rush de los lunes, el querer que ya sea hora de clase para enseñar lo que tengo preparado, el que al final ame mi trabajo y mi día a día, no importando los obstáculos que se presenten y en sí estar enamorada de mi “journey” y no andar en busca de la próxima “destination”.
Y los dejo con esto: Desconectarse para reconectar, descansar para empezar de nuevo y de nuevo me refiero a nuevas energías, para seguir adelante, respirar, ver, sentir, vivir... bailar 💕 Feliz Navidad y próspero año nuevo.